Nuestras mayores inseguridades y miedos están siempre relacionados con nuestros apegos. Este día de la madre, seguramente lo estamos celebrando y disfrutando gracias al mayor apego que tenemos: los hijos.
Hemos aprendido una forma de amar con condiciones, con inseguridades, con controles que nos empujan constantemente a vivir con miedo a la pérdida de esa fuente de amor.
Seguramente esto se proyecta a otros: la pareja, los padres, otras relaciones, pero cuando se trata de los hijos que dependen de ti, es un peso que te agobia. Y si a esto le sumamos la inseguridad que vivimos en lo externo, toma un grado aún mayor. ¿Qué hacer entonces?